May 11, 2010

Ensayo Formal - La Casa de Bernarda Alba

Martirio – Bernarda la Segunda


En el drama “La casa de Bernarda Alba” por García Lorca, toda la acción pasa dentro de una casa en Andalucía que es muy tradicional y dominada completamente por la mujer Bernarda Alba. Parece una tiranta increíble mientras no permite que sus hijas muestren ni sus lágrimas ni su amargura, y da fuerza a sus mandatos con su bastón. Algunos críticos han comentado que Bernarda es tan rigida y cruel que no parece una persona verdadera. Como explica C.B. Morris, “Her credibility has been challenged by those who regard her as… ‘one-dimensional’ (54, p.111)… yet others contend that she possesses a ‘personalidad… compleja’ (93, p.140), that she is ‘ni una caricature ni un monstruo’ (64, p. 65), that ‘no es unidimensional ni completamente negativa’ (57, p.95).” (66) Porque en la vida real, y tambien en los dramas, solo podemos ver lo que hacen y comunican las personajes, hay mucho en el interior que no podemos entender por seguro. Por eso he tratado de entender Bernarda, no como caricature sino como persona. Exploro el personaje de Bernarda Alba y su hija, Martirio, para desarollar una explanación de las acciones de las dos.

Cuando empezamos hablando de la forma de los dramas, yo recordé de repente que en mi clase de antropología, hablamos de la diferencia entre lo que se comunica, y lo que hay debajo, lo que no expresan ni dicen las personas. Tradicionalmente, el drama es diferente que la prosa y la poesía porque solo se trata de comunicación, lo expresado. Imita el mundo real más que la poesía o la prosa, porque cuando se mira un drama normal solo se puede ver en la escena lo que en realidad es posible ver y oír lo que en realidad es posible oír. Nunca es posible saber por cierto lo que pasaba en los pensamientos de los otros, y a veces las personas mismas no son exactamente seguras de lo que están pensando o sintiendo. Tradicionalmente, los dramas dejan estas posibilidades. Tradicionalmente, no hay interpretación, declaraciones sobre los pensamientos, creencias, ni sentimientos íntimos de los personajes representados por un narrador omnisciente. El drama muestra palabras y acciones elegidas por el dramaturgo, y les deja a los actores primero y después los que miran el drama la responsabilidad de hacer conexiones y entender lo que está pasando. Normalmente las personas interpretan los eventos básicos en una manera más o menos similar, porque como en la vida verdadera hay un nivel de incertidumbre inevitable, pero eso no significa que no hay soluciones malas o estúpidas, solo que no hay ningunas que sean seguramente correctas.

En la clase de antropología, mi profesor siguió hablando de este tema, diciendo que no solo las personas no saben lo que piensan, se sienten, y creen las otras personas, y no les importa. Lo que si les importa es la comunicación. Yo pensaba que ésta era muy interesante con relación al drama “La Casa de Bernarda Alba”. Cuando estaba leyendo el drama, el personaje que me interesaba más era la Bernarda Alba epónima, porque en realidad sus niños, aunque tenían muchos años, habían estado atrapados y ´protegidos´ durante sus vidas enteras y se comportan como niños, pero Bernarda es otra cosa. Pensaba que si ella hubiera sido el personaje central de una novela, habría mostrado más complejidad como personaje. ¿Es posible que cualquier persona sea tan cruel, tan insensible, y tan tiránica que Bernarda Alba parece? Muestra muy pocas señales exteriores que tiene un corazón – por supuesto como ella lo quiere.

Cuando hay conflicto, ella se preocupa primero con lo que van a oír o decir los vecinos. Las referencias muy pequeñas y sutiles que sí tiene o entiende las emociones vienen en los avisos estrictos que les da a sus hijas para guardar las apariencias – que no deben llorar por su padre, no deben llorar por Adela, no deben mostrar el amor que sea indecoroso… pero ella permite, admite que no puede controlar las emociones ni los pensamientos. Para mi, ésta es extraño y sorprendemente intuitivo. No solo admite que no puede controlar estas cosas, pero también no parecen importarla. Si, las personas van a tener emociones, pero no deben mostrarlas ni reconocerlas, y es probablemente mejor olvidar estas cosas inútiles, pero esta última no le importa mucho a ella. Lo importante no es lo que piensan o se sienten sus hijas, sino cómo se comportan. Hablando del control que tiene Bernarda sobre sus hijas, Morris dice, ““Other writers have protested, directly and subjectively, at this control of children’s minds and emotions.” (75), pero creo que en realidad Bernarda no puede y no quiere controlar los pensamientos ni los sentimientos de sus hijas, solo sus acciones.

Por ejemplo, cuando Angustias habla sobre el retrato que le había robado Martirio, ella dice que todos saben que Martirio ama a Pepe, y es a causa de esto que le robó el retrato. Bernarda dice que Martirio había dicho que fue una broma, y esto es el fin – dijo que fue una broma, entonces, lo demás no les importa. Enfoca solo en la comunicación. Dice, “Cada uno sabe lo que piensa por adentro. Yo no me meto en los corazones, pero quiero buena fachada y armonía familiar. ¿Lo entiendes?” (Acto 3, 1047) Otro ejemplo de este reconocimiento de la separación entre los corazones y la comunicación viene al final del drama, en que Adela se mata a ella misma. Bernarda da un grito – eso me parece interesante - tiene sorpresa y también parece estar infeliz sobre la muerte de su hija. Por supuesto, pero hablamos de Bernarda Alba, la tiranta. ¿No es posible que necesite gritar para guardar la apariencia? Creo que no, porque inmediatamente después de gritar, manda que las otras se callen. Por eso me parece que sí tiene un corazón, pero está escondido tan bien que solo se muestra cuando su hija menor se suicidó. Inmediatamente después, regresa a la Bernarda insensible, tiránica. Dice “No quiero llantos.” (Acto 3, 1347) Pero también me había dado cuento que dice, “Las lagrimas cuando estés sola!” (Acto 3, 1348)

Hay pocas pistas que Bernarda nos da sobre ella misma, y de lo que está pensando y creyendo adentro. No sé si ella sabe que es tan cruel, aunque hay poca evidencia a contraria. Ramsden describe algunas de estas pistas que vienen como contradicciones en lo que dice Bernarda. Por ejemplo, que ella no es tan segura de ella misma y arrogante como quiere mostrar, porque tiene malos sueños y es, en una manera, también victima (Ramsden, xl), a veces está descrito como desolada, y ella misma refiere a su propia desolación, pensando en su obligación de controlar a sus hijas (Ramsden, xli), y que ella tiene un aspecto sádico y una necesidad casi patética de saber todo sobre el pueblo y los vecinos (Ramsden, xli). “Is her rigorous mortality then, that of the outsider anxious to be, as Spaniards say, 'más papista que el papa', with the consequent suppression and deformation of her own being?" (Ramsden, xli) Pero si sus pensamientos interiores son tan diferentes de todo lo que expresa, tiene que tener dominio muy fuerte sobre su misma para mantener su foco y no revela nada sobre el interior. Estas son las cosas que demanda de sus hijas también. Dice “Silencio, silencio.” dos veces en el drama – es la primera cosa que dice y la última. ¿Porque es así? Solo le parece importa lo que dicen los vecinos – está tan obsesiva que quiere que la Poncia espie a los vecinos y decirle todo. Solo piensa en la propiedad, en como lo hicieron su padre y el padre de su padre. Es probable que en su infancia había algo de esta misma represión que ahora le inflija a sus hijas, pero en realidad no sabemos casi nada sobre su vida antes del drama.

Morris explica que el drama no nos da mucho información sobre la historia personal de Bernarda Alba. Esto puede ser un problema con el caractarizacion por Lorca, o podría reflejar la constricción de la educación y las experiencias de Bernarda. “If the sayings and axioms she utters tell us that she quotes from a script, we see that she has no training to handle unpredictable situations and impromptu performances that depart from that text. The little we know about her is enough to tell us that the way of life she enforces is the one that was enforced on her, that the values she defends and instills are the ones that were inculcated in her.” (Morris, 66)

Pero, mientras es claro que está repitiendo unas tradiciones de sus padres, no estoy segura que Bernarda era tratada exactamente como ella trata a sus hijas. Maria Josefa, por ejemplo, parece alguien bastante diferente que Bernarda, aunque ella es loca ahora y es difícil imaginarla sana y como madre. Pero ella viene de la costa, “la orilla del mar” (Acto 1, 460) donde quiere regresar, y parece tener opiniones y sentimientos más abiertos que las personas en el pueblo. Y es difícil saber si Bernarda tiene esta influencia de la mar también, porque, como explica Ramsden, “it is she who curses this maldito pueblo sin rio, pueblo de pozos." (xli) Como he dicho antes, Bernarda parece saber que todas las personas tienen sus pensamientos interiores en sus corazones, pero no le importan mucho a ella. Las apariencias y lo que es comunicado es mucho más importante, al punto que parece internalizar esta filosofía y prescindir de pensamientos completamente. Muchas veces dice que es mejor no pensar, y que ella prefiere no pensar, etc. Una vez dice, “No pienso. Hay cosas que no se pueden ni se deben pensar. Yo ordeno." – como si hubieran dos alternativas, y dos tipos de personas – puede pensar o puede ordenar, no es necesario y tal vez no es posible hacer los dos a la vez. “As she appears in Lorca’s play,” explica Baker en su análisis psicológico del personaje, “it is clear that Bernarda Alba is a woman who is preoccupied by the established values of her community and that her thinking function is repressed, while her feelings are predominant.” (1)

Ramsden usa las expresiones distintas de Bernarda para probar que ella ha heredado su sistema completa de moralidad y superioridad.

“Bernarda Alba inherited from her father much more than the house… she inherited words spoken and customs perpetuated in it, habits of mind and dress and attitudes to people and possessions. Bernarda has a supply of sayings, particularly ones applicable to women, which she can utter at any juncture, and always from the angle of her own convenience or self-righteousness… There is no surprise in such saying; it would be surprising if a woman so entrenched in the past did not resort to them, for they are after all a substitute for experience and original thought and repeat what she herself was told. To hear them on her lips is to detect in her mind a great echo-chamber, where we can hear her versions of admonitions and rules of good conduct…” (Morris, 60-1)

Tal vez podemos ver y entender un aspecto de la crianza y educación de Bernarda por la de sus hijas, en particular Martirio. Baker dice que Martirio, de las cinco hermanas, ha sido más afectado por Bernarda. "This type of negative animus opinion is especially evident in Martirio who has been more strongly affected than her sisters by her mother’s rejection of men. (5) Muestra la capacidad por ser como Bernarda con su hipocresía y contradicciones, por ejemplo cuando dice que no puede sentir el calor, y después queja sobre ello mismo, o cuando dice que tiene solo miedo de los hombres, pero admite que quiere a Pepe… su crueldad vindicativa, y su sentido de rectitud, por ejemplo cuando engaña intencionalmente a Adela y dice que “se acabo Pepe el Romano”… por eso Adela se mata, pero Martirio no piensa después que tenga la culpa por decir eso. Sobre Martirio dice Morris,

“Although typical of the exaggerations recurring throughout the play, the indictments of her as ‘maldita’ by La Poncia and as ‘Endemoniada!’ by Magdalena (Act 3, 1065) suggest a complex temperament, a disturbed psychology, which has led one critic to describe her as ‘the most complex’ and ‘the most passionate’ character (27, pp.89, 90) and another as ‘the only psychologically complex character of the tragedy’ (82, p.88). Other critics have commented on her envy and hypocrisy (71, pp.xxxix, xl), her inferiority complex (87, p.8), her ‘fiebre sexual’ (20, p.90), and her similarity to her mother (62, p.260)... The dark thoughts revolving so obsessively in her head that she has the honesty to confess to Adela: ‘tengo el corazón lleno de una fuerza tan mala, que, sin quererlo o, a mi misma me ahoga’ (Act 3, 1062).” (Morris, 54)

Por supuesto, Martirio no es ya exactamente Bernarda – no ha aprendido esconder sus sentimientos ni olvidar sus pasiones - pero es capaz de llegar a ser como ella, y Bernarda está tratando de reproducir su personalidad y morales en sus hijas. “With a few predictable words like respetar and decencia, Bernarda transfers to her daughters her own indoctrination, which was a form of malnutrition; of her we could say, in the words of Adrienne Rich, ‘Like the traditional foot-bound Chinese woman, she passes on her own affliction.’ She bequeaths simple standards that depend on suppressing information… on purveying misinformation… or on composing a brittle surface out of words that are misused. A major casualty of her demand for ‘buena fachada y armonía familiar’ (Act 3, 1046) is truth; another casualty is spiritual integrity…” (Morris, 67)

Martirio ya ha desarrollado algunas características que me hace pensar en Bernarda. Por ejemplo, le gusta espiar en su hermana Adela. Según Morris, la protesta de Adela - “Adela’s “Durmiendo o velando, no tienes por qué meterte en lo mío!” (Acto 2, 1012) – muestra que Martirio es como una sombra que siempre está mirando a su hermana. En Acto 3, ella mira “hacia la puerta del corral” (1051) y sigue Adela mientras Adela “desaparece por la puerta del corral” (1057); “her confession in Act 2 – ‘He visto como te abrazaba!’ (1038). This role, in itself sinister, is made all the more insidious by the way she uses her knowledge, by her style of malevolent obliqueness, which fuels tensions and increases suspicions.” (Morris 53)

En el comentario por Morris veo también la semejanza entre la propensión de madre e hija responder a muchas situaciones con las mismas ideas y proverbios no originales.

“From the beginning her voice is heard as the bleakest, lamenting first her status as an automaton – ‘Yo hago las cosas sin fe, pero como un reloj’ – and contending, on the evidence of her eyes: ‘Y veo que todo es una terrible repetición’ (Act 1, 992, 993). Such complains are not original, nor does Lorca mean them to be: they echo what so many other women have said, expressing a common resentment…” (Morris, 53)

Últimamente, estoy de acuerdo con C.B. Morris cuando dijo que Bernarda no era “ni una caricatura ni un monstruo.” Creo que las acciones de Bernarda Alba son la resulta trágica de un tipo de crianza y unas circunstancias en un tipo de personalidad especifica, y tal vez esta combinación repetirá en su hija, Martirio.







Obras Citadas:


Baker, Armand. "Lorca's La casa de Bernarda Alba and the Lack of Psychic Integration" 2006. May 11th, 2010. http://www.armandfbaker.com/lorca_alba.pdf

Departamento de Lengua C. y Literatura. “La casa de Bernarda Alba.” IES La Aldea de San Nicolás May 11th, 2010. http://www.ieslaaldea.com/documentos/doculengua/bernardaalbatex.pdf

Morris, C. B. Critical Guides to Spanish Texts: La casa de Bernarda Alba. London: Grant & Cutler, 1990.

Ramsden, H. La casa de Bernarda Alba, Volume 1983, Part 2. Manchester: Manchester University Press, 1983.

Seybolt, Richard. “Characterization in CBA: the case of Martirio .” Garcia Lorca Review. 8 (1980): 82-90

Lorca, Garcia . "La Casa de Bernarda Alba." Aproximaciones. 'Ed'. Mike Ryan. New York: McGraw-Hill, 2008. Print.

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